Hoy hace 16 años, llegó a mi vida una personita guía que la denomino maestra y que me ha enseñado lo mejor de la existencia. Desde el momento que te tuve en mis brazos y al ver con la fortaleza que sostuviste mi dedo índice y el brillo de tus ojos color capulín, supe inmediatamente que eras alguien más fuerte que yo y que por el simple hecho de dibujar una mueca en tu boca yo daría mi vida entera por ti.
Es raro que este artículo hable del vínculo tan fuerte que un hijo puede crear con una madre y más cuando ella, está en un momento tan vulnerable en donde no tiene sentido su vida ya que cree que no vale la pena seguir existiendo, aquí es donde como persona te aferras al apoyo incondicional de la familia y de esta nueva criatura que Dios y la vida te ha prestado. No quiero encapsular a Lia como mi salvavidas por que ese es un peso sumamente grande que alguien pudiera colocar a una personita tan indefensa, sin embargo muy dentro de mi inconsciente baila al ritmo del Noa-Noa esa idea loca que me dio las fuerzas para salir y sacarte adelante.
Hace apenas dos días antes de su cumple Lia me invitó un café eso me agrado mucho pero a la vez llamó mi atención; en ese momento por cierto estaba escribiendo un artículo de mujer de hierro y estaba un poco melancólica, pero esa idea me encanto me vi con ella tomando un rico café de La Constancia un pequeño lugar muy tradicional que está en nuestro querido pueblito, asi que sin dudarlo acepte e inmediatamente nos marchamos, estando ahí yo presentí que algo quería indagar.
Lia, por lo que al momento de ordenar y pedir una deliciosa crepa ella dio el salto más grande y me tomo de las manos, me dijo: Ma’ me siento lo suficientemente grande para que me platiques algunas cosas de mi papá que desde hace tiempo me están dando vueltas y vueltas en la cabeza, en ese instante supe que no seria un café relajado y que debía estar preparada para cualquier cosa; así que la mire fijamente y le dije: “Soy materia disponible y estoy aquí para escucharte y poder aclarar cualquier tema que necesites”. Su respuesta me dejó helada: gracias Ma’ porque en terapia he estado trabajando y me he dado cuenta que tengo muchos issues y necesito información para cerrar tantos círculos que tengo abiertos y que no me permiten estar lista para una agradable relación, por miedo a no lograrlo como tú y papá.
Esto lectoras me destruyo y me desarmo no solo como mujer si no como madre que en ese momento pude ver entre líneas el daño que le he hecho a Lia por no haber sido lo suficiente madura y tomar mis propias decisiones y a la vez por no haber sido responsable y darle como padre un hombre inmaduro emocionalmente; donde lo único que importaba era llenar su copa vacía de tonterías no importándole por quien pasaba encima.
Saben por primera vez, y con lágrimas que no dejaban de rodar por mis mejillas y con la mano en el corazón pude aclararle a Lia cada una de sus dudas y eso señoritas hizo que tuviéramos una conexión mágica; en ningún momento me sentí juzgada ni criticada al contrario tuve aquel salvavidas más dispuesto a salvarme que nunca, cerró con broche de oro diciéndome, gracias, gracias por aguantar lo más que pudiste sé que alargaste tu agonía y dolor pero eso ayudó a que tuviera un poco más de tiempo a mi papá conmigo, nunca en el resto de mi vida me arrepentiré de haber aceptado ese café.
Afrontar una ruptura no es fácil, nadie nos ha enseñado ni nos enseñarán a cómo hacerlo. Por ello es de suma importancia tener en cuenta ciertos factores para poner punto y final y sanar nuestras heridas y la de nuestros hijos de la mejor manera.
Una ruptura de pareja implica transitar el sendero del duelo. Un proceso por el que debemos pasar como consecuencia de una pérdida, se trata de un proceso que no suele ser agradable, pero que es necesario experimentar para elaborar lo sucedido y poder avanzar. Y como señala Viktor Frankl “Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”.
Por ello mis estimadas lectoras les dejo algunas claves para superar la ruptura de pareja, se trata de pequeños consejos que facilitan la elaboración del duelo y favorecen cerrar la etapa que corresponde a esa relación y así lograr sanar con dignidad y sin poner heridas a lo que más amamos… nuestros hij@s.
Generar nuevos recuerdos. Un miedo común es anticipar cómo nos sentiremos en fechas importantes sin la pareja: cumpleaños, navidad, vacaciones, aniversario… Es normal que estemos tristes, lo raro sería estar bien inmediatamente, ya que no estaríamos atravesando el proceso de duelo. Sin embargo, puede ser una oportunidad para vivir esos momentos de otras formas, es aquí donde debes hacer un equipo muy fuerte y estable con tus hijos, a partir de ahora ellos formarán un álbum de recuerdos inolvidables.
No aceptar los consejos de todo el mundo si no queremos. Con la mejor intención, nuestras personas queridas nos aconsejan desde su punto de vista, pero una ruptura es un proceso muy subjetivo que no todos vivimos igual, por lo que está bien escuchar, pero a la hora de decidir somos nosotros quienes tenemos la última palabra en base nuestras necesidades. Nadie mejor que nosotros sabe qué es lo que nos viene mejor para sanar esas heridas.
Estar tiempo a solas. Para ordenar tanto pensamientos como emociones es necesario pasar tiempo con nosotros mismos cuando lo necesitemos. Esto es clave para poder enfrentar tus heridas una a una y lograr superar de la mejor manera la pérdida.
Girar preguntas. En lugar de preguntarnos: “¿qué estaríamos haciendo como familia?”, mejor preguntémonos “¿qué necesito hacer ahora para estar mejor con mi familia?”. Este aspecto es importante porque nos obliga a romper los lazos con aquella persona que ha decidido tomar otro camino y nos orilla a voltear a ver lo que por un momento podemos dejar en segundo plano… nuestros hij@s.
No olvidemos que somos nosotras quienes debemos transformarnos y no destruirnos ya que cuando uno está solo se enfrenta día a día con obstáculos que nos hacen dejar a nuestros hijos heridas que el día de mañana serán barreras en sus vidas para tomar las mejores decisiones en su futuro.
Wow, otra vez m quede helada, como el ver q nuestros hijos son lo mejor y el motor q tenemos para seguir adelante. Me encanta tu vlog
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